Personalmente prefiero describir a la gente inexistente de mi mente que a mi mismo. Vivo encorsetado entre las reglas de la vida moderna. Entre los cánones de belleza de todos y para todos. Entre lo que se espera de mi y lo que nunca conseguí.
Demasiado temprano para empezar a beber. Demasiado tarde para dormir. Permanecí inmóvil y vi como el amanecer envolvía la escena de alegría. Ya no te me apareces cuando cierro los ojos. Empiezas a hacerte casi invisible. Llévate contigo la ausencia. dulce sonrisa. Gracias por aparecer cuando menos te necesitaba. Gracias por retornarme el dolor que con cuanto esfuerzo me había costado echar de mi lado. Perdóname. Por existir. Por escudarme detrás de tu sonrisa. Ya casi no me haces falta. De aquella manera que mi mente soñó.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario